El movimiento "Cosplay is not Consent" nace para reivindicar que los cosplayer no son objetos a los que puedas tocar a tu antojo, ni que estén obligados a echarse fotos con los visitantes de un evento, es decir, que a los cosplayer hay que tratarlos con respeto. Quizás parece lógico, pero hay muchas personas que no lo piensan así.